¿Hasta qué punto ser fiel a un banco?

Como en todos los ámbitos, existen diferentes perfiles de personas con diferentes maneras de pensar y diferente filosofía. Esto se puede ver seguido cuando se observa detenidamente el comportamiento de clientes con los bancos.

Para los clientes más valientes, el cambio de banco a banco puede llegar a ser rutinario, acuden al banco sin problema para cerrar su cuenta y realizan una nueva apertura donde se ofrezca una promoción más interesante.

Para el resto de la población, de perfil más conservador esto deja de ser una rutina para ser algo muy difícil de ocurrir. Usualmente ocurre por la falta de información y la creencia general que el cambio de banco es usualmente algo muy laborioso. Se dejan llevar por el miedo e incluso la pereza de presentarse a una sucursal y pronunciar las temidas palabras: “quiero cerrar mi cuenta“, a lo que seguramente le seguirá un intento de persuasión para que el cliente se quede.

Después de una serie de minutos que parecen horas, en los que solo se escuchan palabras como; mejor rentabilidad, regalos, catálogo de puntos, reducción de comisiones, entre otros tantos posibles beneficios, tan solo hace falta dar el “SÍ” para que nuestro propósito inicial haya sido revocado. Inevitablemente, nos hemos vuelto a “vender” a la misma entidad.

Ahora, ¿Qué es mejor?, ¿quedarse en el actual banco con nuevos beneficios o finalmente realizar tomar coraje y realizar el cambio? La respuesta a estas preguntas es realizar el cambio y la migración bancaria cuando se observe una oportunidad que nos reporte mayores beneficios. En este sentido, es importante siempre ser oportunista en el cambio y con seguridad de que será para mejor.

Debemos poner en la balanza las ventajas e inconvenientes de permanecer en la entidad, ya que bancos y cajas pueden ofrecernos incentivos como la exención del pago de comisiones o regalos exclusivos por realizar una vinculación adicional (domiciliar la nómina, contratar tarjetas, cuentas de ahorro, planes de pensiones, depósitos); aspectos que conviene valorar antes de emprender un traspaso bancario.

Si nuestra decisión final es cambiar de banco, intentemos informarnos bien sobre las condiciones ofrecidas por la nueva entidad. Recordemos que muchos bancos ofrecen promociones para captar nuevo capital dirigidas a nuevos clientes, como alta rentabilidad por poco tiempo, o tarjetas y comisiones gratuitas durante el primer año; aspectos que a largo plazo no representan una ventaja.

Debemos preguntar sin temor las comisiones establecidas, los intereses a recibir a través de la cuenta y no olvidemos releer bien el folleto de tarifas. Se debe tener en cuenta también, la comodidad para desplazarse a la sucursal, los servicios de banca online, el número de cajeros cerca de nuestro domicilio o trabajo, entre otros. E incluso se puede llegar a negociar el precio de las transferencias, comisiones, tarjetas de crédito, entre otros.

Al buscar una nueva entidad, insistamos en mejorar la rentabilidad u obtener un porcentaje mayor de devolución de recibos, ya que suelen ser ventajas exclusivas para nuevos clientes.

Ahora bien, hemos dicho que una de las principales causas por la cual la migración bancaria no se realiza con mayor frecuencia, es la creencia popular de unos arduos tramites antes de conseguir el objetivo de la migración. La realidad, es que una vez estudiadas las condiciones, y llegado el momento de realizar el cambio definitivo de banco,la nueva entidad se encargará de gestionar la domiciliación de los ingresos y recibos, y tan solo tendremos que firmar la documentación necesaria para formar parte de la nueva entidad.

El último paso a seguir es cancelar la cuenta antigua. Aunque a veces supone una comisión, conviene pagarla para evitar generar gastos que la entidad podría reclamar.

Por último, el hecho de tener una nómina o disponer de algunos ahorros nos convierte en clientes potenciales de cualquier banco que busca dinero nuevo y estable. Es por eso, que tenemos mucho más poder del que nosotros creemos, eso provocará que nos podamos sentar con mucha más confianza y decisión al negociar con una entidad.

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